EL MAR de JOHN BANVILLE

TÍTULO:   EL MAR
AUTOR:   JOHN BANVILLE
GÉNERO:   NOVELA LITERARIA
EDITORIAL: ALFAGUARA
PÁGINAS: 224

Tras la reciente muerte de su esposa después de una larga enfermedad, el historiador de arte Max Morden se retira a escribir al pueblo costero en el que de niño veraneó junto a sus padres.

 El pasado se convierte entonces en el único refugio y consuelo para Max, que rememorará el intenso verano en el que conoció a los Grace (los padres Carlo y Connie, sus hijos gemelos Chloe y Myles, y la asistenta Rose), por quienes se sintió inmediatamente fascinado, y en el que se inició a la vida y sus placeres –la amistad y el amor– pero también, al dolor y la muerte. 

El mar, ganadora del Premio Man Booker 2005, es una conmovedora meditación acerca de la pérdida y el poder redentor de la memoria.

Mi opinión

¡Hola, mis queridos amigos! 😀💙¿Cómo les va el día de hoy? Espero muy bien. Por aquí, finalmente salimos de la cuarentena y ahora, solo nos queda esperar hasta que podamos recibir la vacuna…pero por mi edad, estoy en el último grupo😕, así que no me queda más que rezar y cuidarme mucho para no enfermarme mientras tanto.

Ahora sí, vamos a lo nuestro. Hoy les traigo la reseña del libro El mar de John Banville, un libro que me ha dejado bastante sorprendida por la forma en la que el autor plasma en palabras las emociones de los personajes.

 Después de la muerte de su esposa, Max Morden decide volver al pueblo donde solía pasar temporadas siendo aun un niño, junto a sus padres.

Al volver se da cuenta que los recuerdos que guardaba de la casa y la playa eran totalmente diferentes, de cuando él, su madre y su padre venían cada año a pasar los veranos en un chalet de tres habitaciones, hasta que su padre se fue a Inglaterra, cosa que no le extrañó, pues la infelicidad había sido parte del matrimonio de sus padres.

“¿Cómo es que de niño todo lo nuevo que llamaba mi atención poseía la aureola de lo misterioso, teniendo en cuenta que, según todas las autoridades, lo misterioso no es algo nuevo, sino algo ya conocido que regresa en una forma diferente, convertido en fantasma? De tantas cosas sin respuesta, ésta es la menos importante”. 

Escuchar a lo lejos tocar el piano a la señorita Vavasour, no hacía más que traer a su mente los recuerdos de ese verano, como el día que llegó la familia Grace, cuando él era solo un niño de once años aproximadamente.

Los olores de las habitaciones, la costa, el mar, lo transporta a una época tan lejana en la que la vida era tan diferente, por lo que no puede evitar sentir cierta nostalgia.

Max Morden admiraba secretamente con sus ojos de niño a la Sra. Grace y quería estar más cerca de ella, por lo que decidió hacer amistad con su hija Chloe y su hermano Myles.

Ellos eran gemelos y tenían un vínculo invisible que los mantenía unidos, era como si algo los mantuviera atados uno al otro. Hasta se podría decir que compartían los mismos pensamientos, cosa que era bastante conveniente, ya que Myles era mudo de nacimiento.

Max recordaba especialmente la primera vez que vio a Chloe Grace en la playa, junto a su padre, Carlo Grace, quien era un señor bastante peludo y con ellos, su esposa Constance, su hijo Myles y Rose.

Los recuerdos de esa risa inconfundible y del primer beso, volvían claramente a su mente, especialmente recordaba que poco a poco se estaba enamorando de Chloe, a pesar de su extraña forma de ser.

Y es que, en esa época, pasaba sus días con mucha quietud, sin pensar en el futuro, pues se veía tan lejano.

“Las pequeñas olas se levantan y rompen, y el perro anaranjado ladra. Y mi vida ha cambiado para siempre”.

Y claro, entre todos estos recuerdos, estaba su querida Anna y la primera vez que la vio en una fiesta. Anna vivía solo con su padre, ya que su madre había muerto cuando ella tenía solo 12 años. Max recordaba que uno de sus sueños de juventud era convertirse en fotógrafa.

Una noche de verano, hicieron una promesa de matrimonio, algo que quedó como un día especial para ambos. Tuvieron una hija llamada Claire, en su opinión ella era poco agraciada, pero valiente como ella sola.

Los recuerdos se agolpaban en su mente…Recuerdos de Anna…Recuerdos de la familia Grace…

Recuerdos de Anna y ese día con el doctor, quien les dio una noticia que cambiaría totalmente sus vidas para siempre…Era increíble que algo así les pasara a ellos, una muerte prematura, una enfermedad que no estaba entre sus planes y ponía en peligro el futuro que ambos habían soñado juntos.

Es así que Max se embarcará en un remolino de emociones, que lo llevarán del pasado al presente, mientras recorre los lugares de su niñez… ¿Pero por qué regresó al pueblo? ... ¿Aún hay algún asunto pendiente que Max debe solucionar?

Los recuerdos de esos días pasados y la tristeza que lo embarga en el presente por la muerte de Anna, mantendrán a Max en una búsqueda por la absolución, con el mar como testigo.

“Por eso el pasado supone para mí un refugio, allí voy de buena gana, me froto las manos y me sacudo el frio presente y el frio futuro. Y no obstante, ¿Cuál es la verdadera existencia del pasado? Después de todo, no es más que lo que fue el presente una vez el presente ya ha pasado, no más que eso. Pero vaya”.

El libro está maravillosamente narrado en primera persona, por lo que conoceremos de primera mano, los sentimientos del protagonista. Con una prosa exquisita, el autor hábilmente nos lleva por un viaje entre el pasado y el presente.

El libro se lee fácilmente y pronto seremos testigos de estos recuerdos entrelazados, recuerdos que muchas veces nos torturan y con los que tenemos que aprender a vivir.

El mar, quizás una cura para la tristeza y para el desconsuelo, está presente en casi todas sus páginas, así como los recuerdos de la familia Grace y Anna.

Algo que quiero resaltar es la manera en la que el autor nos describe cada lugar, cada momento, al mínimo detalle, lo cual hace que nos sintamos como si estuviéramos dentro del libro y poder ver, a través de sus ojos, todo lo que le pasa a nuestro protagonista.

 Me gustó mucho como el escritor se refiere a la muerte y al hecho de perder a alguien que uno ama. Y es que cuando alguien que amamos muere, es tan difícil…pues es como si tuviéramos que aprender a vivir de nuevo, acostumbrarnos a este nuevo presente, en el que la persona que tanto queríamos se fue, en el que la culpa se hace más fuerte y por más que queramos, no regresará jamás…

Y aunque uno se va consolando de a pocos, cuesta mucho acostumbrarse a esta nueva realidad. Y te preguntas si fuiste feliz con esa persona o mejor aún…si la hiciste feliz. Preguntas que muchas veces quedan sin respuesta…

La muerte de un ser querido no se supera, pero te acostumbras a vivir con ese dolor y en este libro, encontramos a un personaje, quien nos hace participe de sus reflexiones y busca en sus recuerdos, un consuelo, una tabla de salvación.

Un libro maravillosamente escrito, melancólico por momentos, que los llevará por un sinfín de emociones y que estoy segura, disfrutarán de principio a fin.

Espero muchos se animen a disfrutar de tan buena lectura.

¡Un beso a todos!  😘💙