NOVELA DE AJEDREZ de STEFAN ZWEIG

TÍTULO:  NOVELA DE AJEDREZ

AUTOR :  STEFAN ZWEIG

GÉNERO: NOVELA LITERARIA

EDITORIAL: ACANTILADO

PÁGINAS: 96

 

SINOPSIS:

Una pieza indispensable de la literatura universal. 

Sin capacidad para cualquier otra actividad intelectual, Mirko Czentovicz se reveló, ya desde niño, como un genio del ajedrez, del que ha llegado a ser campeón del mundo. Pero, en un viaje en barco de Nueva York a Buenos Aires, se le presenta un enigmático contrincante: el señor B., noble vienés que huye de los nazis. 

Uno de los pasajeros del vapor se acerca a los dos personajes acompañando al lector a la confrontación entre los dos jugadores. Si Novela de ajedrez nos presenta el choque de dos naturalezas antagónicas, nos muestra también, y en buena medida, la capacidad de resistencia del ser humano sometido a una presión extraordinaria. Y todo ello con unas grandes dosis de intriga y maestría.

Mi opinión 

¡Hola, mis queridos amigos! 😀📚🌞🌷 ¿Cómo les va el día de hoy? Espero muy bien y con muy buenos ánimos para continuar la semana.

Hoy les traigo la reseña del libro: NOVELA DE AJEDREZ  de Stefan Zweig, una lectura que engancha y estoy segura, no los decepcionará. 

Dicho esto, empecemos con la reseña. 

En medio de la noche en New York, un transatlántico se prepara a partir a la ciudad de Buenos Aires. Entre el bullicio de la gente, se escucha la música interpretada por la orquesta, mientras los niños corren de un lugar a otro, los repartidores de telegramas vocean nombres y las maletas son cargadas a los compartimentos, todo al mismo tiempo.

Un personaje importante se encontraba a bordo, se trataba de Mirko Czentovic, campeón mundial de ajedrez, quien había estado asistiendo a torneos en Estados Unidos y ahora se dirigía a Argentina, en busca de nuevos triunfos.

Fue así que el narrador de nuestra historia y su amigo, quienes también iban a bordo del trasatlántico, no pudieron evitar comentar sobre la vida del ajedrecista.

Y es que la vida de Czentovic había sido bastante dura. Mirko era hijo de un barquero sudeslavo, a los doce años murió su padre y fue adoptado por un párroco, quien dedicó tiempo y esfuerzo para educar al niño.  Pero los estudios se le hacían complicados, se le dificultaba retener información y el solo hecho de hacer un pequeño calculo, resultaba una empresa difícil para Mirko.

Aun así, era un chico obediente, tranquilo y hacía todo lo que se le pedía, aunque demoraba mucho en hacerlo. Después de terminar sus tareas diarias, solía sentarse en su cuarto, mirando el vacío y abstraerse del mundo que lo rodeaba.

Por las noches, observaba las partidas de ajedrez entre el párroco y el guardia de la gendarmería.

Pero no fue hasta una tarde de invierno, que el párroco tuvo que abandonar el juego por una emergencia y el guardia, al ver a Mirko mirar fijamente las piezas de ajedrez, lo invitó a que terminaran el juego que había quedado a medias. El guardia estaba casi seguro que ganaría fácilmente, pero grande fue su sorpresa al verse derrotado, no una, sino varias veces.

Después de algunos días, el párroco lo llevó al pueblo, para presentarlo a jugadores de ajedrez, a quienes él nunca había podido derrotar.

Mirko se sentía nervioso e incómodo, pero apenas se acercó a una de las mesas de ajedrez, empezó a tener más confianza y para asombro de todos los presentes, empezó a derrotar uno tras otro. 

Todos estaban de acuerdo en que habían encontrado a un muchacho maravilla, por lo que decidieron apoyarlo en su carrera como ajedrecista y ese fue el comienzo de una carrera llena de logros para Mirko, quien llegó a coronarse campeón mundial, aunque en el fondo, seguía siendo el mismo chico campesino de veintiún años, torpe y limitado intelectual de siempre. 

"Como todas las naturalezas maleables, carecía de la consciencia del ridículo. Desde su triunfo en el campeonato mundial, se consideraba a sí mismo como el hombre más importante del mundo y la consciencia de haber derrotado a todos esos oradores y escritores intelectuales, listos y deslumbrantes, acompañada del hecho evidente de ganar más dinero que ellos, transformó la inseguridad inicial en una fría y, con frecuencia, tosca soberbia."

Toda esta conversación sobre la vida de Mirko, hizo que el narrador tuviera más curiosidad por conocerlo, pero su amigo le advirtió, que Mirko evitaba a toda costa conversar con personas que no estuvieran en su círculo cercano, sumado a esto, era una persona tosca, bastante despectiva y arrogante. 

"Si intuye la presencia de una persona educada, se encierra en su concha de caracol. Esta es la razón por la que nadie puede jactarse de haberle oído decir una tontería, ni de haber medido la supuesta profundidad insondable de su ignorancia."

Y así fue, durante los primeros días del viaje, se dio cuenta lo difícil que era acercarse a él. Pero fue gracias a McConnor, un escocés adinerado, acostumbrado a hacer negocios, que se daría el gran encuentro. Previo pago acordado, todos se enfrentarían al maestro, pero como era previsible, les ganó sin ninguna dificultad, lanzándoles una mirada de superioridad, que enfureció a McConnor.

Pero en una partida posterior, una persona se acercó a ellos, quien no dudaría en ayudarlos a ganar la partida. La ayuda de esta persona fue determinante, y si antes jugaban sin esperanzas, ahora lo hacían convencidos de que podrían vencer al arrogante Mirko Czentovic.

"Todos estábamos sorprendidos. La precisión y la rapidez de sus cálculos eran desconcertantes. Era como si él hubiera leído la jugada en un libro impreso. Por lo menos ahora, gracias a su intervención en nuestra partida, teníamos la oportunidad de quedar en tablas por arte de magia. De común acuerdo nos hicimos a un lado para dejarle ver mejor el tablero".

Y así fue, obtuvieron su primera victoria, pero al pedirle una nueva partida, el misterioso forastero que ayudó al triunfo, se rehusó y abandonó el salón. Nadie entendía porqué se negaba a enfrentarse al campeón del mundo.

"¿Quién era este desconocido? ¿Acaso el azar había hecho aparecer a un genio del ajedrez aún desconocido? ¿O se trataba de un maestro famoso que ocultaba su nombre por razones que no podíamos averiguar? Discutíamos todas estas posibilidades con excitación, ni siquiera las hipótesis más osadas lograban conciliar la misteriosa vergüenza y la sorprendente confesión del forastero con la evidente maestría en el arte del ajedrez."

El forastero se llamaba Dr. B, era austriaco y ya que el narrador era vienés, pensó que sería más fácil comunicarse con él y convencerlo de que se enfrentara una vez más a Czentovic.

El Dr. B le confesó que no tenía ni la más remota idea a quien se había enfrentado, lo invitó a sentarse junto a él y es así que, empezaría a contarle parte de su increíble historia de vida, que guardaba una estrecha relación con el ajedrez, durante la Segunda Guerra Mundial.

"De la mañana a la noche se esperaba algo y no sucedía nada. Esperaba una y otra vez. Esperaba una y otra vez y no sucedía nada. Esperaba, esperaba, esperaba; pensaba, pensaba, pensaba hasta que me dolía la cabeza y no sucedía nada. Estaba solo. Solo. Solo."

UNA PARTIDA DE AJEDREZ...

El autor me vuelve a sorprender con esta lectura corta e intensa, en la que la trama gira en torno al juego de ajedrez. A medida que vamos leyendo sus páginas, es imposible no analizar y reflexionar sobre el comportamiento humano, muchas veces, extraño e impredecible. 

Con un ritmo que no decae, nos sumergimos de a poco en historias de vida, historias muy bien entrelazadas, las cuales nos permiten conocer a fondo, a los personajes de esta lectura. La trama principal tiene lugar en una época nefasta para la humanidad, en la que la Gestapo, se valía de técnicas y artimañas, con tal de obtener lo que quería. 

Conoceremos diferentes experiencias de vida, como las del campeón mundial de ajedrez y el Dr. B., cada uno tan distinto al otro, con errores y aciertos, que nos harán comprender el porqué de su comportamiento y gracias a la maravillosa pluma de Stefan Zweig, podremos sentir la angustia y alegrías de los personajes, en la que muchas veces se sentían acorralados, en jaque, sin esperanza de ser salvados.  

"La alegría de jugar se transformó en el deseo de jugar y, luego, en la necesidad de jugar; en una manía, un furor frenético que no solo se apoderó de mis horas de vigilia, sino también de mis horas de sueño."

El final no nos dejará indiferentes, pues nos lleva a reflexionar sobre la vida y las situaciones que pueden desencadenar diferentes tipos de comportamiento.

Recomiendo este libro a todos los admiradores del autor y a quienes aún no han tenido la oportunidad de disfrutar de su obra, este es un libro perfecto para conocerlo, ya que es una lectura corta y fácil de leer. 

Espero muchos se animen a disfrutar de esta buena lectura. 

¡Un beso a todos! 🌷📚😘🌞