TÍTULO: LA VEGETARIANA
AUTORA : HAN KANG
PÁGINAS: 240
TRADUCCIÓN DE: SUNME YOON
Hasta ahora, Yeonghye ha sido la esposa diligente y discreta que su marido siempre ha deseado. Sin ningún atractivo especial ni ningún defecto en particular, cumple los requisitos necesarios para que su matrimonio funcione sin sobresaltos. Todo cambia cuando unas pesadillas brutales y sanguinarias empiezan a despertarla por las noches, y siente la imperiosa necesidad de deshacerse de toda la carne del frigorífico. A partir de ese momento, Yeonghye impondrá en casa una dieta exclusivamente vegetariana que su marido aceptará entre atónito y molesto. Este será un primer acto subversivo seguido de muchos otros que la llevarán a la búsqueda de una existencia más pura y despojada, más cercana a la vida vegetal, un lugar donde el poder erótico y floral de su cuerpo romperá las estrictas costumbres de una sociedad patriarcal y ultra capitalista.
Situada en Corea del Sur, La vegetariana es la historia de una metamorfosis radical y un acto de resistencia contra la violencia y la intolerancia humanas.
Galardonada con el Premio Booker Internacional, esta bella y perturbadora novela catapultó internacionalmente a la que es una de las voces más interesantes y provocadoras de la literatura asiática contemporánea.
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Mi opinión
¡Hola, amigos! 😀🌼¿Cómo les va el día de hoy? Espero muy bien y siempre disfrutando de buenas lecturas. Por estos lares, el sol del verano no nos abandona, por lo que preparo esta reseña, mientras disfruto de una rica limonada. 😋🍋
Hoy hablaremos del libro: La vegetariana de la autora surcoreana Han Kang, ganadora del premio Nobel de Literatura 2024. Desde hace mucho tenía ganas de leer y disfrutar de la pluma de esta autora, por lo que mis expectativas estaban muy altas y debo decir, que no me ha decepcionado.
Dicho esto, empecemos…
Las primeras páginas de este libro, nos muestran la manera en la que el esposo nos describe a Yeonghye, su esposa, una mujer sin un atributo especial que llame la atención, pero, aun así, resultaba perfecta para que él se sintiera cómodo y no tuviera que esforzarse mucho para conquistarla.
“Si me casé con ella fue porque, así como no parecía tener ningún atractivo especial, tampoco parecía tener ningún defecto en particular. Su manera de ser, sobria y sin ninguna traza de frescura, ingenio o elegancia, me hacía sentir a mis anchas.”
Y aunque él tenía muchas inseguridades, no solo por su físico, sino también, se le hacía difícil relacionarse con otras mujeres, esos temores desaparecían cuando estaba junto a ella y ese fue uno de los motivos por los que decidió desposarla.
Y no se equivocó, pues ella se ajustó a la perfección a su papel de esposa y no descuidaba ninguna de sus labores, tanto en la casa como en su trabajo.
Yeonghye era profesora asistente y trabajaba transcribiendo textos, este pequeño pero significativo ingreso, aportaba a la economía familiar, cosa que no disgustaba al esposo.
Su forma de ser, reservada, callada y sin exigencias, hacían que la convivencia sea bastante apacible, pues no exigía, ni pedía nada. Ella se concentraba en las labores de la casa, en trabajar y en disfrutar de una buena lectura, así pasaba los días, sin cambios aparentes.
Lo único que al esposo le resultaba bastante curioso, era que no usaba sujetador. Y si tenía que usarlo, lo hacía con cierto disgusto, ya que alegaba que le apretaba el pecho.
Habían cumplido cinco años de casados y aun no tenían hijos. Todos esos años, habían pasado sin contratiempos. Pero algo estaba por cambiar.
Una madrugada, el esposo se despertó con sed y se dirigió a la cocina. Grande fue su sorpresa, cuando encontró a su esposa delante del frigorífico, inmóvil y con una expresión extraña en la cara. Después de preguntarle qué hacía ahí, finalmente respondió que había tenido un sueño, solo dijo eso y se dirigió a su dormitorio. Pero esta no sería la primera vez que la encontraría frente al frigorífico. En otra ocasión, la encontró en cuclillas, junto a recipientes y bolsas, sobre el suelo de la cocina, Dentro de ellos había diferentes tipos de carne, los cuales iba metiendo en una bolsa de basura.
Esto sorprendió mucho al esposo. Y aunque le preguntó por qué hacía eso, ello lo ignoró. Por primera vez, en todos esos años de casados, ella estaba indiferente y su comportamiento no era el mismo.
“¿Te has vuelto loca? ¿Por qué estás tirando todo esto? Apartando las bolsas de plástico, me abalancé sobre ella y la agarré de la muñeca. No me lo esperaba, pero la firmeza de su mano era férrea. Tuve que utilizar la fuerza hasta que se me subió el calor a la cara para lograr que soltara el paquete que sostenía.”
Algo había cambiado en ella y lo pudo comprobar, cuando se dio cuenta que su esposa había botado toda la carne, hasta había tirado las cosas hechas de piel. Desde ese momento, ella le dijo que no volvería a comer carne y tampoco la prepararía.
Estos súbitos cambios de alimentación hicieron que la dinámica del matrimonio cambiara por completo. Muchas veces, cuando él llegaba a casa, ella ya estaba durmiendo. Y ya ni quería acercarse a él, pues sentía que olía a carne.
“A veces pensaba que no era tan malo convivir con una mujer rara. Vivíamos como si fuéramos desconocidos o, mejor dicho, como si ella fuera mi hermana o la empleada doméstica que hacía la comida y limpiaba la casa.”
Los sueños continuaron y la apariencia de Yeonghye cambió drásticamente. Ella comenzó a adelgazar, lucía demacrada y cansada. Estaba irreconocible.
Ni los padres de Yeonghye, ni Inhye, su hermana o su cuñado podían hacer algo al respecto, ella seguía en silencio y rehusaba comer carne.
En su afán de que se alimente, la familia tomaría medidas drásticas, lo que daría como resultado, una serie de acontecimientos que cambiarían para siempre la vida de Yeonghye.
Y es así, que nos convertimos en espectadores de la transformación de Yeonghye, de ser humano a convertirse de a pocos en una planta.
“Ya no puedo dormir ni cinco minutos seguidos. Apenas me abandona la conciencia, sueño. No, ni siquiera se puede decir que sean sueños. Son escenas breves que me asaltan de forma intermitente. Ojos feroces de bestias, formas sangrientas, cráneos abiertos y de nuevo ojos de fieras. Son ojos que parecen nacidos de mis entrañas.”
¿Qué pasaba por la mente de Yeonghye? ¿Por qué tomó esta decisión?
Sueños…Caras…Carne
Esta lectura nos trae una historia dura, perturbadora, en la que la protagonista decide tomar una decisión drástica de la noche a la mañana, como un grito ahogado, como un grito de auxilio desde el fondo de su ser, en medio de una sociedad machista e injusta.
El libro está narrado en tres voces, la de su esposo, un hombre bastante egoísta, la del cuñado, un artista sin mucho éxito y la de su hermana. Es a través de los ojos de estos tres personajes, que conoceremos a la protagonista de esta historia.
La autora expone con un lenguaje claro la fragilidad del ser humano, siendo testigos de cómo la protagonista se desconoce como persona y su vida se trastorna hasta tal punto, que no pude evitar sentir compasión por ella, especialmente en las páginas narradas por la hermana, quien no dudó en ayudarla y el cuñado, obsesionado con la mancha mongólica de su cuñada y que solo buscaba sacar provecho de la situación.
Sin duda, esta es una lectura profunda y emotiva, que invita a la reflexión, ya que el quiebre que puede sufrir una persona en determinado momento de su vida, puede cambiar todo su futuro.
Hay muchas preguntas sin respuesta, que quedaron flotando en mi cabeza después de leer este libro, aun así, lo recomendaría a todos.
Si eres de los que disfruta de la lectura coreana y quieres conocer una historia profunda, dura y desconcertante por momentos, no lo pienses más, este libro es para ti.
Espero se animen a leer y disfrutar de esta buena lectura.
¡Un beso a todos! 😘🌷📚🌞
Boa tarde de quinta-feira minha querida amiga Marita. Obrigado pela dica e parabéns pela resenha. Grande abraço carioca. Rio 40°.
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