TÍTULO: UNA TIENDA EN PARÍS
AUTOR: MÁXIMO HUERTA
GÉNERO:NOVELA NARRATIVA
PÁGINAS: 352
Mi opinión
¡Hola, amigos! ¿Cómo están? Espero muy bien y con muy buen ánimo para continuar esta semana. Hoy les traigo la reseña del libro: Una tienda en París de Máximo Huerta. Un libro emotivo, que nos hará reflexionar sobre la vida misma.
Dicho esto, empecemos...
El libro nos
lleva a conocer a Teresa Espinosa, quien vive en Madrid. Su vida no había
cambiado en años, se podría decir que lo único exótico que había hecho era
guardar un pedazo de tela de cada vestido que había usado, como un pequeño
recuerdo de su vida.
“Como una funámbula nocturna, esforzándome en disimular, me aferraba a mis recuerdos seccionando cachitos de mi vida. Lo llamé «Mi colección de vida» de la manera más cursi y conmovedora que puede tener una niña que no quiere deshacerse de su ropa.”
Teresa perdió a
su madre a sus escasos siete años y quedó bajo la tutela de su tía Brígida, hermana
gemela de su madre. Parecía que desde que ella murió, los colores en su
vestimenta siempre eran oscuros, como un duelo eterno, que no tenía fin.
Su tía, una mujer bastante rígida, trataba de persuadirla de que se ponga ropa de colores vibrantes, para que se vea más femenina, pero nada, ella seguía igual.
Ya se acercaba a
los cuarenta y llevaba una vida solitaria y metódica, en la que ella sola se
encargaba de cuidar de ella misma. Uno que otro recuerdo la asaltaba de vez en
cuando, especialmente de Laurent, un pintor de quien estuvo enamorada y a quien
le entregó su corazón.
“Era una sensación maravillosa que me obligaba a ocultarme y a dejarme llevar en sus brazos a cualquier sitio. Parecía que él era el de Madrid y yo era la de París. Todo lo decidía él y a mí, eso, me hacía estar relajada.”
Teresa vivía en el ático de sus padres, trabajaba en una fundación que heredó de ellos, se pasaba las tardes leyendo libros, tomaba clases de pintura y siempre buscaba postales de Paris en anticuarios.
Rosa, Maribel, Inmaculada e Isabel, sus compañeras de la clase de pintura, tenían historias interesantes, que poco a poco fue conociendo. Estaban solas, pero unidas entre colores y pinturas. El viejo pintor las iba guiando entre óleos por el mundo de los colores, para dar luz a las sombras y difuminar los errores. Y con paciencia y sabiduría, enseñaba como lograr una buena pintura.
“Los portales crean universos dentro y fuera, el rojo de su abrigo es magenta a veces, otras ciruela, tono cereza, melocotón maduro…, va variando, los colores van cambiando aquí y allí, cuando nos movemos todo se modifica. Los colores constituyen una rareza en sí mismos. El gris y el negro que detesta también. El color llegará. Pero debe tener la vista preparada, sabrá mirar…”
Un día se topó
con un anticuario, donde encontró un cartel de madera bastante antiguo que
llamó su atención. El cartel parisino era de principios del siglo XX, y lo que
más resaltaba era unas letras: Aux tissus des Vosges, Alice HUMBERT,
nouveautés. Apenas lo vio, no dudó
en adquirirlo como un regalo para ella misma. Ese cartel encajó perfectamente
en su despacho, pero había algo más, era como si ella pudiera conectar con ese
cartel y no podía evitar imaginar, cómo habría sido la vida de Alice
Humbert.
Pasado el tiempo, una confesión de su tía, marcaría un punto de quiebre en la vida de Teresa, un extraño sentimiento se fue apoderando de ella, esto era más fuerte que ella y se dio cuenta que era el momento de tomar una decisión y hacer algo al respecto.
“Digamos entonces que estoy cansada del color negro. Que ya no puedo más, que llevo mucho tiempo instalada en ese color, que tengo ganas de saber cómo son los colores, de dónde vienen, cómo usarlos, llenar… mi lienzo de color. —No hace falta que diga lienzo, puede decir «vida» si quiere.”
Este repentino cambio en la vida de Teresa, la llevaría a
dejar Madrid y abrir una tienda en la maravillosa ciudad de Paris, donde
comenzaría su nueva vida, buscando con ansias, el cambio que hace mucho
necesitaba. Lo que no sabía, es que este cambio de vida le traería más de una
sorpresa.
Después conoceremos a Alice Humbert, el otro personaje de esta
historia, quien vive en la ciudad de Paris en los años veinte, donde se las
arregla para ganarse la vida, posando para artistas y gracias a esto, conoceremos
de primera mano, cómo se desarrollaba la vida en esos años.
Pero… ¿Qué conexión existe entre estas dos mujeres?
“En la vida, lo que a veces parece un final, es realmente un nuevo comienzo”.
Paris… Una tienda… Una nueva vida
El libro consta de treinta y ocho capítulos, en los cuales,
el autor nos va enganchando con una trama bien hecha y una historia que no los
dejará indiferentes.
Con un lenguaje claro y sencillo, Máximo Huertas nos lleva
por la vida de dos mujeres, con una conexión que poco a poco iremos
descubriendo, cosa que me mantuvo en vilo hasta llegar al final del libro.
Narrado en primera persona y en dos épocas distintas, el
autor logra transmitir al lector, los sentimientos de cada uno de los
personajes, con quienes logré empatizar con facilidad.
Lo que más me gustó, es la manera en la que el autor nos
describe con precisión, cada detalle, cada calle, lo que nos hace sentir parte
de la historia, en otras palabras, es como sentir que el autor nos toma de la
mano y nos lleva de paseo por la bella ciudad de Paris.
La ambientación es maravillosa, entre Madrid y Paris, cosa
que me encantó.
El libro nos va
atrapando con la trama que se centra en la búsqueda de la felicidad y el amor
de verdad, el mensaje que quiere dejar el autor es claro, hacernos reflexionar
sobre la vida que llevamos.
Espero se animen
a leer y disfrutar de esta buena lectura.
¡Un beso a
todos! 😘🌷🌞📚
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