HABLEMOS DE LIBROS: El niño en la cima de la montaña de John Boyne

TÍTULO:   EL NIÑO EN LA CIMA DE LA MONTAÑA
AUTOR:   JOHN BOYNE
GÉNERO: FICCIÓN HISTÓRICA

SINOPSIS:

 De padre alemán y madre francesa, Pierrot ha tenido una infancia no muy distinta de la de cualquier niño de su época. Sin embargo, nos hallamos en París, corre el año 1935 y la guerra que se avecina trastocará el destino de millones de personas. 
Tras la muerte prematura de sus padres, Pierrot deberá separarse de su íntimo amigo Anshel y abandonar Francia tras vivir con su tía Beatrix, que trabaja de ama de llaves en una mansión imponente erigida en lo alto de una montaña. 
Pero no es una casa cualquiera; se trata nada menos que del Berghof, la enorme residencia que Adolf Hitler posee en los Alpes de Baviera. Así, a sus siete años, alojado de manera involuntaria en el entorno íntimo del todopoderoso Führer, Pierrot se verá inmerso en un mundo tan extrañamente seductor como peligroso. 
En él no hay un lugar para la inocencia, y cuando al final de la guerra es capturado por los aliados, Pieter -como ahora se llama- llevará un peso insoportable en su conciencia. 
A su regreso a París, abrumado por la culpa, un aspecto clave de la historia surgirá como una tabla de salvación, y el inesperado desenlace será una muestra más de la insondable dimensión del perdón y la amistad.

Mi Opinión 

¡Hola, mis queridos amigos!  😃🌻¿Cómo están hoy? Espero muy bien. Ya estamos próximos a celebrar la navidad y el espíritu navideño ha invadido oficinas, plazas, calles y tiendas de mi ciudad, tanto así, que es inevitable no escuchar villancicos y la típica carcajada de Papá Noel, a donde quiera que vaya. 🎅🎄🎵🎇

Por lo que me encantaría me cuenten cómo están pasando estos días previos a navidad en sus ciudades.

Ahora sí, vamos a lo nuestro, la reseña.

Hoy les traigo la reseña del libro “El niño en la cima de la montaña” del escritor irlandés John Boyne, el mismo que escribió el maravilloso libro “El niño con el pijama de rayas”, el cual tuvo mucho éxito. Hace mucho tenía este libro en mi lista de pendientes, por lo que me alegra finalmente traerles la reseña.

La historia nos presenta a Pierrot Fiescher, quien jugaba alegremente por las calles de Paris, junto a su perro D'Artagnan y su mejor amigo Anshel Bronstein.

Su padre, Wilhelm Fischer, era alemán y había combatido en la Gran Guerra, su madre Émilie, era francesa y se encargaba de cuidarlo. Anshel y Pierrot, se habían criado prácticamente juntos y aunque Anshel era sordo de nacimiento, esto no era impedimento para comunicarse entre ellos. Los dos desarrollaron un lenguaje de señas, en las que adoptaron los nombres de Perro para Pierrot y Zorro para Anshel. 

Pierrot recordaba claramente a su padre, un hombre grande, quien bebía para olvidar las cosas terribles que vivió durante la guerra. Él le enseñó a hablar alemán y cuando Pierrot estaba por cumplir cuatro años, se fue de Paris para siempre.

“-Yo también te quiero-respondió Pierrot-. Pero cuando más te quiero es cuando me llevas a hombros y finges ser un caballo. No me gusta que te sientes en la butaca y te niegues a hablarnos a mí y a Madre”.  

Muy pronto, la vida de Pierrot daría un vuelco, que cambiaría su vida por completo. Émilie enfermó y Pierrot quedó solo en el mundo. Y aunque recibió la ayuda de la madre de su mejor amigo Anshel, muy pronto comprendió que no permanecería con ellos por mucho tiempo.

 Es así, que después de pasar un tiempo en un orfanato, recibió la noticia que iría a vivir con su tía Beatrix, hermana de su padre, alguien de la que muy poco había escuchado hablar.

“Pierrot se dio la vuelta cuando oyó salir el vapor por la válvula de escape de la caldera del tren y el fuerte pitido del silbato del revisor. Aquella imperiosa llamada a despejar el andén le formó un nudo de ansiedad en el estómago. Una parte de él, por supuesto, sentía cierta emoción ante esa etapa del viaje, pues jamás había subido a un tren, pero deseaba que aquel trayecto nunca acabara porque temía lo que pudiera estar esperándolo a su llegada”. 

Este sería un cambio total en la vida de Pierrot, pero la vida aun le tenía reservada muchas sorpresas, pues el Berghof, donde iría a vivir, no era un lugar cualquiera, era la casa de Adolf Hitler y muy pronto sería testigo de hechos que marcarían la historia de la humanidad.   

Por recomendación de su tía Beatrix, adoptó el nombre de Pieter, pues Pierrot era demasiado francés. Así mismo, le pidió ocultar su pasado en Francia, esto incluía evitar comunicarse con su querido amigo Anshel, quien era judío, por lo que decide no contestar sus cartas nunca más. 

Los días transcurrían con tranquilidad, entre la escuela y jugando con Blondi, la pastor alemán del Führer. 

Muy pronto, Pierrot se dejaría seducir por el discurso de Hitler y surge entre ellos una amistad, que lo llevaría a compartir las mismas ideas, convirtiéndolo en una persona fría y capaz de traicionar a las personas que no le habían mostrado más que cariño. 

“Era Pierrot quien se había levantado de la cama aquella mañana, pero fue Pieter quien volvía a ella en ese momento y se sumía en un sueño profundo”. 

Pero todo esto llegaría a su final y terminaría abruptamente su estadía en el Berghof.

El remordimiento lo atormentaba, por momentos se sentía avergonzado, pues el saber que había sido parte de algo monstruoso, le impedía dormir y los pensamientos no lo dejaban en paz.

Del dulce niño francés, que jugaba inocentemente con su amigo Anshel y su perro D'Artagnan ya no quedaba absolutamente nada, por lo que solo le quedaba aprender a vivir con esa carga.

Los personajes secundarios, sin duda aportan mucho a la trama, pues cada uno de ellos, juega un rol importante en cómo va desarrollándose la historia. No puedo dejar de mencionar al valiente chofer Ernst y la tía Beatrix. Por lo que me hubiera gustado conocer un poco más de ellos.

Lo que más me ha llamado la atención de este libro es la evolución del personaje, pues seremos testigos de su desarrollo, desde sus primeros años hasta convertirse en una persona fría e impasible.

El autor nos describe la transformación de Pierrot y en ningún momento trata de maquillar al personaje, más bien nos muestra sus debilidades, errores y desaciertos. El libro se lee fácilmente y engancha, hay momentos que me sorprendieron mucho, especialmente cuando Pierrot o Pieter conversaba con Hitler.
El final nos deja un buen mensaje y nos hace reflexionar sobre la conducta de los seres humanos, con comportamientos muchas veces, inaceptables. En mi opinión, el final me pareció apropiado para la historia.

En resumen, recomiendo este libro a todos los que les interese leer historias sobre la Segunda Guerra mundial. Espero muchos se animen a leerlo.

¡Un beso a todos! 😘💙☀🌈

4/5