lunes, 20 de enero de 2025

SOY UN GATO de Natsume Sōseki

TÍTULO: Soy un gato
AUTOR: Natsume Sōseki
TRADUCTORES: Yoko Ogihara, Fe Cordobés González
PÁGINAS: 656
EDITORIAL: 
Impedimenta




SINOPSIS:
«Soy un gato, aunque todavía no tengo nombre. » 
Así comienza la primera y más hilarante novela de Natsume Sōseki, una auténtica obra maestra de la literatura japonesa, que narra las aventuras de un desdeñoso felino que cohabita, de modo accidental, con un grupo de grotescos personajes, miembros todos ellos de la bien pensante clase media tokiota: el dispéptico profesor Kushami y su familia, teóricos dueños de la casa donde vive el gato; el mejor amigo del profesor, el charlatán e irritante Meitei; o el joven estudioso Kangetsu, que día sí, día no, intenta arreglárselas para conquistar a la hija de los vecinos. Escrita justo antes de su aclamada novela Botchan, Soy un gato es una sátira descarnada de la burguesía Meiji. Dotada de un ingenio a prueba de bombas y de un humor sardónico, recorre las peripecias de un voluble filósofo gatuno que no se cansa de hacer los comentarios más incisivos sobre la disparatada tropa de seres humanos con la que le ha tocado convivir.

Mi opinión

 ¡Hola, amigos! ¿Cómo les va? Yo bastante feliz y con buenos ánimos para comenzar esta nueva semana. 😀🌷

Hoy hablaremos de un libro que llamó mi atención por dos motivos: la maravillosa portada y mis ganas de leer más literatura japonesa.

Grande fue mi sorpresa al empezar a leer las primeras páginas y comprender que este libro no era lo que pensaba.

Dicho esto, empecemos…

"Soy un gato, aunque todavía no tengo nombre"

Así empieza esta lectura aguda, bastante original y llena de un humor sin igual.

El autor nos presenta a un gato, que no sabe dónde nació y solo recuerda haber estado en un lugar húmedo, donde maullaba sin parar. 

Pronto conocería a un humano, un shoshei, una persona que hace labores domésticas a cambio de comida y alojamiento.

Al ser levantado por este personaje, el gato pudo observar su rostro y ver que este no tenía pelo, cosa que llamó su atención. De la nada, este lo arrojó sin piedad a un lugar desconocido, alejándolo de sus hermanos y de su madre, lejos de ese lugar caliente y cómodo, dejándolo con hambre y frio. 

Esperó pacientemente a que alguien viniera en su ayuda, pero nada. Con mucho esfuerzo, logró llegar a una casa e intentó meterse dentro, pero la criada lo sacó apenas lo vio, no una, sino varias veces. Pero un día, el señor de la casa, lo miró atentamente y le dijo que dejara entrar al gato.

El señor era el maestro Kushami, quien gustaba quedarse en su despacho después de su trabajo, y aunque muchos pensaban que estaba trabajando, la verdad, le gustaba descansar sin ser molestado.

El gato pasaba muchas horas con el maestro y empezó a acercarse más a él, pues, para ser honestos, nadie más quería al gato, es por esto que ni siquiera le habían puesto un nombre.

El maestro tenía dos hijas y muchas veces el gato se colaba entre ellas mientras dormían, aunque el gato las consideraba bastante antipáticas. 

"Viviendo como vivo entre humanos, he de decir que cuanto más los observo más obligado me siento a constatar su egoísmo. Eso es cierto especialmente en lo que se refiere a esas niñas maléficas con las que duermo. Cuando se les antoja, me ponen cabeza abajo, me tapan la cara con una bolsa de papel, me lanzan por ahí y a veces hasta me encierran en el fogón de la cocina."

El gato solía conversar y frecuentar a otros gatos, como la señorita Shirokun, la gata blanca de la casa de enfrente, quien no dudaba en afirmar que los humanos, eran la raza más despiadada. También estaba Mike, el gato tricolor de la casa de al lado, que tenía una opinión bastante desfavorable de los humanos.

"Yo me conformo con vivir el día a día. Cuantos menos sobresaltos, mejor. Pero les juro que los humanos no se saldrán con la suya eternamente. Tenemos que ser pacientes. Llegará un día, y espero que no tarde mucho, en que los gatos dominaremos el mundo."

 También solía pasar el tiempo en compañía de Kuro, el gato del carretero, quien no dudaba en invitarlo a pasear o tomar el sol juntos, mientras se contaban sus aventuras. 

Es así que el felino, pasaba sus días escuchando las conversaciones del maestro Kushami, y de sus amigos Meitei y Kangetsu, por lo que no podía evitar pensar en lo extraño que era el comportamiento humano y le costaba comprender la monotonía de la vida que llevaban. 

"Si hay algo que odio en los humanos es que tiendan a crecerse en virtud de su extrema tendencia a la autocomplacencia, confiados como están en su fuerza bruta. A menos que aparezcan sobre la tierra unas criaturas más poderosas y crueles que ellos, no podremos saber hasta dónde podrán estirar, y estirar, y estirar su estúpida presunción antes de que se les rompa."

Un gato 

Con un humor mordaz, el autor nos presenta a un gato, como narrador de este libro, quien no duda en describir, analizar y criticar a la raza humana, a la sociedad, a las costumbres japonesas y el comportamiento humano. 

“Se supone que los hombres somos muy inteligentes, pero todos tenemos la misma debilidad: seguimos nuestras costumbres sin cuestionarnos nada.”

Es así que nos muestra una visión bastante clara, de cómo la sociedad japonesa fue cambiando de a pocos, en una época en la que no faltaban los conflictos y los cambios se veían como una amenaza a sus costumbres y tradiciones.

El autor no duda en mostrarnos situaciones extrañas, muchas veces absurdas, que nos dejarán pensando y reflexionando. Además, se toca temas como el suicidio, el matrimonio, la muerte y las tradiciones. 

Debo confesar que hubo momentos en los que sentía que el gato tenía un gran conocimiento de algunos temas, cosa que me confundía mucho, ya que sentía que no era el gato el que narraba, sino una persona. 

Otra cosa que debo mencionar, es que el libro se me hizo demasiado largo y pesado para mi gusto, por lo que me tomó mucho tiempo terminar de leerlo. Así que ya saben, esta no es una novela ligera, ni mucho menos. 

Sé que algunos lectores, se dejarán llevar por la portada del libro y digo esto, ya que yo pensé que la trama se centraría en la vida de un gato, sin saber que se trataba de una sátira social, vista desde los ojos de un gato.  

Sin duda, esta es una lectura que nos mete de lleno en la cultura japonesa y nos permite conocer varias tradiciones de la época, ya que fue escrita a comienzos del siglo XX.  

Lo que más me gustó es la manera sarcástica en la que el gato nos cuenta las vivencias del profesor y su familia, haciendo una crítica a su comportamiento.

Con respecto al final, solo diré que para mí estuvo bien.

¿A quiénes les puede gustar? Pienso que esta lectura será del agrado de los amantes de los gatos y quienes quieran conocer más de la cultura japonesa. 

Espero se animen a disfrutar de esta lectura.

¡Un beso a todos! 😘🌷🌞📚

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