LUNA LLENA de AKI SHIMAZAKI

TÍTULO:     LUNA LLENA
AUTORA:   AKI SHIMAZAKI
GÉNERO:   NOVELA LITERARIA
EDITORIAL: TUSQUETS EDITORES
PÁGINAS: 176

SINOPSIS: 

En una pequeña localidad japonesa, el matrimonio compuesto por Tetsuo y Fujiko Niré vive apaciblemente en una residencia en cuyos jardines cantan toda clase de cigarras. Son ya abuelos, y se mudaron allí cuando ella, Fujiko, empezó a mostrar síntomas de Alzheimer. Y una mañana, al levantarse, Fujiko, extrañada, no reconoce a Tetsuo, su marido. 

Gracias a una improvisada ayuda, Fujiko se tranquiliza: una enfermera de la residencia le dice que Tetsuo es su novio, el prometido que, según la antigua tradición japonesa, ha conocido gracias a un encuentro, un miai. A partir de ese momento, Tetsuo no solo se enfrentará a situaciones que lo desconcertarán, sino que, ante todo, tendrá que decidir si quiere convertirse en el novio de la que ha sido su esposa durante décadas. Porque las sorpresas solo acaban de empezar.

Mi opinión

¡Hola, mis queridos amigos! 😀💚 ¿Cómo les va el día de hoy? Espero muy bien.

Hoy les traigo la reseña del libro Luna Llena de Aki Shimazaki, una lectura que he disfrutado mucho y espero se animen a leerla.

Es la primera vez que leo un libro de la autora y me ha sorprendido mucho su maravillosa pluma, por lo que espero poder leer más obras de ella.

Dicho esto, empecemos la reseña:

El libro nos lleva a una residencia para la tercera edad, donde el Señor Tetsuo Niré y su esposa Fujiko, viven desde hace seis años.

La pieza cuenta con un hervidor eléctrico, un microondas, una pequeña nevera y un baño privado, eso hace que sientan como si vivieran en una suite de hotel. Muchos de los muebles se los trajeron de su casa, por lo que el ambiente les resulta bastante familiar.

Sumado a esto, el personal es amable y respetuoso, por lo que se encuentran felices de vivir en la residencia.

Fujiko padece de Alzheimer y aunque aún puede valerse por sí misma y hacer cosas como cocinar, darse un baño sola y mantener conversaciones cotidianas con su esposo, confunde a familiares y amigos, pero al menos, aún reconoce a su esposo, llamándolo: cariño.

Ellos trataron de mantenerse el mayor tiempo posible en su casa, pensando que su hijo Nobuki y su esposa irían a vivir con ellos, pero no fue así. Por el contrario, Nobuki se esmeró en conseguir esta residencia, al ver que su madre empeoraba.

El Señor Niré y su esposa Fujiko tuvieron tres hijos: Nobuki, Anzu y Kyoko. Desde que empezaron los primeros síntomas de la enfermedad, Fujiko empezó a confundir a su hija menor Anzu, con la primogénita Kyoko, quien había muerto de cáncer.

Un día, el Señor Niré despertó y se dio cuenta que su esposa no estaba en el cuarto, al no encontrarla, salió a buscarla.

Al llegar al comedor, se da cuenta que su esposa está conversando con la enfermera Y, una persona en la que ellos confiaban mucho, por lo que decidió acercarse a ellas, pero un empleado le sugirió que mejor esperara, ya que querían hablar con él.

La enfermera le comunicó que su esposa no lo había reconocido y al verlo en su dormitorio, salió a buscar ayuda, ya que pensó que era un desconocido.

Cuando la enfermera trató de convencerla que era su marido, ella lo negó, aduciendo que ella no estaba casada, pero la enfermera le aseguró que él era su novio, con quien se casaría. A lo que la señora Fujiko añadió: ¿Es el que conocí en miai? La enfermera asintió y eso dejó tranquila a la señora Fujiko.

Esto perturbó mucho al Señor Niré, se sentía triste de saber que finalmente su esposa ya no lo reconocería más. La enfermera le aconsejó que era mejor seguirle la corriente y para que él pueda quedarse a dormir en la misma habitación, podrían separar las camas con biombos y esa sería una buena solución.

“Señor Niré, tiene usted suerte. Para su mujer no es un desconocido. Al contrario, es usted su novio. Es romántico”

Adaptarse a esta nueva realidad, no sería fácil para Tetsuo Niré, pero no tiene otra alternativa. Ya no podrían pasear y conversar juntos como antes y hasta la manera tan cariñosa en las que ambos se llamaban, tenía que cambiar. Aceptar que ahora tenía que fingir que era su novio y no su esposo, solo con el único objetivo, de estar junto a ella, lo ponía mal y no podía evitar recordar, como fue que empezó todo, cuando poco a poco, la enfermedad se fue llevando de a pocos, la memoria de su esposa.

“Me siento tan abatido que he perdido el apetito. Renuncio al desayuno y salgo de la residencia para calmarme. Deambulo por las calles. Ahora, la enfermera Y, y sus ayudantes están instalando biombos entre nuestras camas. Fujiko se encarga de dirigirlos”.

Todo esto le trajo recuerdos de cuando conoció a Fujiko Kajiyama en un miai, una costumbre japonesa en la que una pareja es presentada para que consideren casarse.

Y así fue recordando desde la primera cita, hasta el día que decidieron casarse. Fujiko fue una buena esposa, que no solo cuidó a sus tres hijos, sino también, a sus padres. Estos recuerdos también hicieron que se cuestione cómo fue su comportamiento como esposo. Por lo que al recordar esto, se dio cuenta que haría lo que sea para que ella esté tranquila y feliz, y si tenía que fingir ser su novio, lo haría y fue así que empezó a repetir, la manera en la que él la llamaba, cuando aún eran novios: Fujiko-san.

“Me viene a la memoria una escena. Una tarde en que paseábamos por la playa, Fujiko me tomó del brazo. Sorprendido, miré a la gente a nuestro alrededor y susurré: ‘No, no, esto en público me incomoda’. Al instante retiró el brazo. Todavía puedo ver la tristeza que inundó su rostro”.

Es así, que Tetsuo empieza una nueva vida con su “novia”, a quien acompaña a comer, con quien escucha música clásica y conversa a menudo, eso lo lleva a recordar las épocas en las que eran novios, muchos años atrás.

Tetsuo tenía que escuchar historias pacientemente y tratar de no perder el control, por más descabelladas que sean, pero nada lo prepararía para lo que estaba a punto de descubrir...

“Ya no puedo hablarle de aquellos recuerdos, tampoco de nuestros hijos. ¿Qué ha sido del medio siglo que ha durado nuestra vida juntos? Alzo los ojos al cielo, quizá para no pensar demasiado en el pasado”.

FUJIKO-SAN...TETSUO-SAN

El libro consta de treinta y cuatro mini capítulos, que nos transportarán al enigmático Japón.

Con gran habilidad, la autora nos irá contando la vida de estos dos personajes y cuando ya estamos bastante familiarizados con ellos, un giro inesperado en la historia, hará que no podamos despegarnos de sus páginas, hasta llegar al maravilloso final de esta novela.

Con una escritura ágil, melancólica y dulce, recorreremos los recuerdos de ambos protagonistas, siendo testigos de sus alegrías y tristezas, sintiéndonos parte de la historia.

Un tema importante que se trata en el libro es el Alzheimer y a través de sus páginas, conoceremos la manera de cómo puede llegar a afectar la vida de las personas que padecen esta penosa enfermedad.

Debo reconocer que, pensaba que esta sería una historia triste, que solo se enfocaría en la enfermedad y sus consecuencias, pero no podría haber estado más equivocada, ya que la historia que nos trae la autora, nos sorprende y nos engancha con ese giro inesperado que no me esperaba y nos deja reflexionando sobre la vida conyugal, el tiempo y el perdón.

Los dos personajes principales me encantaron, cada uno con una historia de vida diferente, que me atrapó desde la primera página.  

Si quieres disfrutar de una historia tierna y a la vez melancólica, con un estilo y una prosa que invitan a seguir leyendo, que los hará reflexionar sobre el paso de los años y los secretos que guardamos, sin duda este libro es para ti.

Espero muchos se animen a leer y disfrutar de esta buena lectura.

¡Un beso a todos! 💙🌷📚😘