TAN CERCA DE LA VIDA de SANTIAGO RONCAGLIOLO

TÍTULO:  TAN CERCA DE LA VIDA
AUTOR:   SANTIAGO RONCAGLIOLO
GÉNERO: THRILLER PSICOLÓGICO
EDITORIAL: ALFAGUARA
PÁGINAS: 336

SINOPSIS:

¿Puedes estar seguro de que tu vida te pertenece? Una novela que combina el thriller psicológico con la ciencia ficción. 

"No olvide su trabajo, Max. No olvide sus prioridades. De ser posible, no olvide nada. Hasta los cerezos tienen memoria. No pierda usted la suya." 

Tokio. Un inmenso y laberíntico hotel, barrios y callejones desconocidos, personas que parecen autómatas y robots que parecen personas. Una convención sobre inteligencia artificial. Así es la ciudad donde Max, un solitario empleado de la Corporación Géminis, se moverá en busca de un sentido que organice su vida. 

En medio de ese entorno en que la realidad se le vuelve cada vez más confusa -el recelo que despierta en sus compañeros, la difícil comunicación con su esposa, los efectos del jet-lag y de un accidente que sufrió hace poco tiempo- conoce a una enigmática camarera, Mai, que se convertirá en la única persona en quien confiar.

 Una historia donde los afectos, el sexo y la amistad marcan a personajes que no logran comunicarse en un mundo de alta tecnología. Un escenario subyugante y misterioso para una historia en la que lo imposible y lo tangible se encuentran.

Mi opinión

¡Hola, mis queridos amigos!😀💙 ¿Cómo les va el día de hoy? Espero muy bien y con muchos ánimos para continuar la semana.

Después de unos días un tanto ajetreados, finalmente puedo subir la reseña del libro: Tan cerca de la vida del escritor peruano Santiago Roncagliolo, una lectura que me ha sorprendido para bien y espero muchos se animen a leerla.

Dicho esto, empecemos con la reseña.😉

Después de un largo viaje de más de doce horas, Max se sentía cansado y aturdido, ya que no pudo dormir bien, pues tuvo varios sueños extraños mientras viajaba.

Ya en el aeropuerto, las cosas no mejoraron, se sentía mareado y atribuyó este cansancio al jet-lag, por lo que decidió seguir todo lo que hacían los demás pasajeros, como un autómata.

Finalmente estaba en Tokio, tomó un taxi que lo condujo a su hotel, mientras observaba la ciudad a través de la ventana.

Cuando el auto finalmente se detuvo y el chofer volteó a verlo, grande sería su sorpresa al observar que el chofer tenía su misma cara. Y no solo él, para su asombro y horror, podía ver su rostro en cada persona que pasaba en la calle. Max entró en pánico y aunque intentó gritar, no podía.

“Se reconoció en cada rostro de la multitud. En el caballero con corbata que parecía llegar tarde a una reunión. En el obrero con casco y chaleco reflectante. Incluso en los niños. En las ancianas. Todos eran versiones idénticas de él mismo.”

El taxista le preguntó si todo estaba bien, pero Max se encontraba desencajado, incapaz de responder, ya que no entendía lo que estaba ocurriendo.

Finalmente abrió los ojos y lo miró, para su tranquilidad, tenía su rostro propio, como también la gente a su alrededor.

Ya en el hotel, Max le comunicó a la recepcionista, que venía a la convención de la Corporación Géminis sobre la Inteligencia Artificial, pero ella no podía encontrar su nombre, pero al verlo cansado y pensando que quizás fue un error del hotel, le asignó una nueva habitación.

Gracias a ese detalle, Max se fijó en ella, su nombre era Mai.

“Entonces llegaste tú. Llevabas el uniforme del hotel y te situaste a su lado, esperando pacientemente a que él reparase en tu presencia. Hacías lo mismo con todos los huéspedes. No querías interrumpir sus pensamientos, ni parecer violenta. No te importaba tu tiempo. Te importaba su confort”.

En la convención fue recibido por un robot, que le entregó un asistente personal en forma de cuadrado, el cual guardó en el bolsillo.

La exposición estaba llena de nuevos productos, como un papagayo gigante que volaba, robots bailarines y cantantes, sin duda, cada uno más original que el otro.

De pronto, un hombre mayor y calvo se le acercó, Max no lo reconoció, pero se trataba de Marius Kreutz, presidente de la Corporación Géminis, quien sabía todo de él y de su trabajo, cosa que lo sorprendió mucho, ya que consideraba que su trabajo de logística, era casi invisible.

El presidente de la corporación tomo la palabra y contó a los presentes sus duros inicios, cuando nadie quería apostar por sus propuestas. Por lo que estaba muy feliz de presentar a BIBI y DEV, sus nuevos productos, que marcarían un futuro en la Inteligencia artificial.

Al volver a su habitación quiso dormir, pero le costaba conciliar el sueño por el cambio de horario, por lo que llamó a Anaís, desde su asistente personal. En sus recuerdos, ella representaba risas y desayunos juntos, pero todo había cambiado desde el accidente.

Al día siguiente, el asistente personal le confirmó que tenía un desayuno ejecutivo, pero cuando trató de integrarse e a un grupo, se dio cuenta que todos eran diseñadores y poco a poco, lo fueron excluyendo de la conversación. Fue ahí que apareció Mai, quien, al verlo solo, no dudó en acompañarlo y hacerlo sentir bien.

“Tu cara aspiraba a la armonía, a evitar cualquier exceso. Olías a jazmín, pero no como un perfume artificial, sino como si fuera el olor natural de tu piel. De tu pecho colgaba una insignia con el logotipo del hotel y tu nombre: Mai.”

Para almorzar, volvió a al comedor ejecutivo, dispuesto a integrarse con otros y no sentirse excluido esta vez, pero fue en vano, todos paraban absortos mirando fijamente sus pantallas, por lo que él hizo lo mismo, fue entonces que otra vez, apareció Mai y después de unas miradas cómplices, Max se sintió mejor.

Al volver a su habitación trató de descansar, pero unos ruidos persistentes y extraños, no lo dejaban dormir. Recorrió la habitación y se dio cuenta que en el baño había alguien, por lo que decidió enfrentar sus miedos y descubrir quién era el intruso.

No había nadie, era él mismo.

A él le gustaba mirar la tv, pero sentía algo raro, pues era como si todos se dirigieran a él. Se sentía vigilado.

Sumado a esto, el encuentro con una niña en el ascensor, lo había dejado pensando. Algo no marchaba bien y Max lo sabía.

La aparición de Ryukichi, un personaje que le revelará varias cosas, hará que su estadía en Japón, se torne más extraña de lo que esperaba.

“Max estiró la mano y abrió el cajón de la mesa de noche. El ruido, las voces, amenazaban con hacerle explotar la cabeza. La niña seguía estampada en el espejo. En todos los espejos. En todas las paredes. Quizá no era necesario lo que estaba a punto de hacer. Quizá podía simplemente dejar de hacerlo. Quizá era libre”.

Pero… ¿Qué le pasaba a Max? ... ¿Todo era parte de sus alucinaciones?... ¿O era parte de un experimento sin saberlo?

El libro consta de treinta y cuatro capítulos, los cuales se leen con facilidad, ya que la trama, extraña y misteriosa, nos va envolviendo desde la primera página.

La historia se desarrolla en el enigmático Japón, cosa que le da un plus al misterio que envuelve la vida de este personaje.

La relación de la tecnología, en este caso, la Inteligencia Artificial con los seres humanos, hacen que el lector se sienta identificado, pues no hay duda, de que la tecnología, cada vez tiene más presencia en nuestras vidas.

El autor hábilmente, nos irá metiendo dentro de la piel del personaje, sintiendo sus miedos e inseguridades, dándole ciertas pistas al lector, para entender lo que realmente le estaba pasando.

El suspenso y el misterio, están presentes en cada una de sus páginas.

Debo reconocer que el comienzo del libro me enganchó al instante, pero cuando iba por la mitad, sentía que eran tantas las cosas que se mencionaban, algunas innecesarias para mi gusto, que me fui perdiendo y hasta pensé en abandonar la lectura, pero me alegro no haberlo hecho, ya que valió la pena llegar al inesperado final de esta historia.   

Si eres de los que gustan ser sorprendidos, disfrutas del misterio y el suspenso, este libro es para ti.

Espero muchos se animen a leer y disfrutar de esta buena lectura.

¡Un beso a todos! 😘💚📚🌷