ECLIPSE de JOHN BANVILLE

TÍTULO: ECLIPSE
AUTOR:  JOHN BANVILLE
EDITORIAL: ALFAGUARA
PÁGINAS: 248

            «¿Qué es la felicidad sino una refinada forma de dolor?» 

El famoso actor Alexander Cleave ha regresado al hogar de su infancia para recuperarse de la crisis nerviosa que ha sufrido sobre las tablas, pero no imagina lo que le espera. Dos nuevos inquilinos se unen a una avalancha de recuerdos perturbadores para obligarle a afrontar el caos de su vida. ¿Cómo salvar su carrera, un matrimonio endeble y la atribulada relación con una hija de la que se ha distanciado y que se encamina hacia un destino fatal? ¿Cómo salvarse a sí mismo?

Mi opinión 

¡Hola, mis queridos amigos! 😀💙 ¿Cómo les va el día de hoy? Espero muy bien y con ganas de continuar la semana con buen ánimo y mucho optimismo. Dicho esto, les cuento que finalmente estaré recibiendo la vacuna contra este virus que nos ha traído tantas desgracias. Así que estoy feliz por eso.😊

Ahora sí, pasemos a lo nuestro, a la reseña.

Hoy hablaremos del libro: Eclipse del escritor irlandés John Banville. No es la primera vez que disfruto de la fantástica pluma del autor, por lo que estaba con muchas ganas de volver a leer otra obra suya. Sin más ni más, empecemos.

El actor de teatro Alexander Cleave decide dejarlo todo, volver a la casa en la que vivió en su juventud y pasar una temporada allí, en medio de los recuerdos propios de esa casa.

Su esposa Lydia lo acompañó hasta la casa, percatándose del estado lamentable en que se encontraba, pues al llegar, se dieron cuenta que había sido habitada por algún intruso, pues encontraron algunos libros quemados y alguien había dormido en la cama de su madre.

Lydia decidió dejarlo ahí e irse. La relación con su esposa no era de las mejores.

Finalmente estaba solo, acompañado por sus recuerdos.

Imágenes, sonidos, olores…

Recuerdos de niñez, cuando su padre aún vivía y su madre recibía a huéspedes en la casa. Recuerdos de juventud, cuando conoció a su esposa y cuando se preparaba para ser actor.

“La línea entre la ilusión y lo que sea su opuesto se ha vuelto para mí tan tenue que ha desaparecido. Ni duermo ni estoy despierto, sino que habito un confuso estado intermedio; es como estar siempre medio trompa, un achispamiento trascendente”.

Aunque sus padres no fueron felices juntos, eso lo tenía muy claro, se mantuvieron juntos hasta que la muerte los separó. Su madre, quien casi siempre estaba frustrada y colérica, hizo que la relación con ella, no fuera muy buena.

Los fantasmas del ayer vienen a visitarlo cada noche y los recuerdos no dejan de agolparse en su mente. Era como estar vivo en la casa de los muertos y hasta podía sentirlos si prestaba atención.

“Las tablas del suelo crujen a mi paso, los goznes de las puertas chirrían tras de mí cuando entro en una habitación; si estoy sentado junto a la chimenea de la sala en según qué ángulo, y hago un ruido brusco- si toso o cierro un libro con un golpe-, toda la casa me devuelve el sonido con un eco como si alguien tocara en un piano un acorde grave, sombrío, metálico. A veces tengo la sensación de que el mismísimo aire de las habitaciones se congrega para hablar de mí y de lo que hago”.

Y en medio de estas memorias, un ruido llamó su atención. Era un hombre llamado Quirke, quien, sin inmutarse, se encontraba en cuclillas delante de la chimenea. Él se convertiría un visitante habitual de la casa, pero no sería el único, pues pronto llegaría Lily, una jovencita que se encargaría de la limpieza. Ellos le traerían más de una sorpresa.

Para Alexander, volver a vivir en esta casa le ayudaría a ver las cosas en perspectiva, pues en sus cincuenta años de vida, había acumulado cosas que lo confundían y atormentaban, por lo que necesitaba un cambio para aclararlas, pero parecía no estar dando resultados.

“Cuando miro hacia delante, no veo nada más que una mañana vacía, donde no existe el día, solo un crepúsculo que se hace noche, y, a lo lejos, algo que no llegaré a distinguir, algo vago, paciente, a la espera. ¿Es eso el futuro, que intenta hablarme en esta casa, entre estas sombras del pasado? No quiero oír lo que pueda tener que decirme”.

Pero había algo más, no solo era la casa, los fantasmas y los recuerdos de juventud que venían constantemente a su mente… Había algo más y era que siempre pensaba en Cass, su hija.

¿Cómo salvarse a sí mismo?

El libro consta de cinco capítulos muy bien escritos, cargados de emociones, melancolía y recuerdos, los cuales nos van metiendo de a pocos en la trama de esta lectura. Y mientras iba leyendo, me iba preguntando: ¿Por qué volvió? … ¿Qué busca en el pasado?

Sin duda, John Banville es un escritor extraordinario y en esta oportunidad nos regala una muy buena novela, con una prosa maravillosa, suave, que nos envuelve  y que siempre mantiene el ritmo.

Es más, podría decir que muchas de sus frases parecen poesía y es una de las razones, por las que disfruté tanto de esta lectura.

El autor logra transmitirnos todos las emociones, dichas y alegrías, que pasa el protagonista de esta novela y sentirnos parte de la lectura. Tanto el personaje principal como los secundarios, aportan mucho a la trama y la hacen más interesante.

Con respecto al final del libro, siento que fue el adecuado, desde el último capítulo entendí mucho mejor, el porqué de su regreso a la casa familiar, por lo que fue imposible, no sentir empatía con el personaje principal de esta historia.

Algo que quiero destacar es la maravillosa pluma del autor y por cómo nos mete en la trama, siendo espectadores de la crisis de un hombre a sus cincuenta años, en medio de los recuerdos que lo atrapan y en esa búsqueda de respuestas en el pasado para superar el presente.

Si eres de las personas que aman los libros muy bien escritos, este libro es para ti y estoy segura, amarás la prosa del autor.

Espero muchos se animen a leer y a disfrutar de esta buena lectura.

¡Un beso a todos! 😘💙🌷🌞